Los partidos y líderes ultra están al alza, haciéndose con cada vez más espacios de poder. Se han valido en este proceso de un discurso cargado de odio contra los inmigrantes, lleno de falsas narrativas y argumentos económicos tramposos. Es por eso que la economía tiene mucho que decir en este tema, y usaremos todas sus herramientas para combatir el discurso del odio. Primero, con un estudio que vincula la desigualdad (y no la inmigración) con la delincuencia. Después, recuperando estudios y análisis que hablan de las bondades de la inmigración sobre la economía. Todo con el ánimo de combatir los bulos. Tarea dura pero que hay que hacer