¡Arrancamos la segunda temporada con un mensaje poderoso y lleno de esperanza!

Muchas veces pensamos que Dios está enojado con nosotros o que nuestras fallas nos alejan de Él… pero la verdad es otra: ¡Dios no nos ve como enemigos!

Al contrario, su mayor deseo es reconciliarse con nosotros, abrazarnos y restaurar lo que se ha roto.

En este episodio hablamos sobre cómo el amor de Dios supera nuestras culpas, cómo Él siempre da el primer paso y por qué no hay nada que pueda separarnos de Su deseo de tener una relación con nosotros.

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