A la altura de este cuarto episodio, la discriminación y segregación racial es muy fuerte, sobre todo en las grandes ciudades estadounidenses. Tanto, que muchas veces los músicos afroamericanos tenían que pintarse la cara de blanco para no causar problemas con el público. En ese contexto, y mientras el trabajo para las pequeñas bandas se agota lentamente, tres músicos talentosos y ambiciosos se aventuran en el formato de las big band: Duke Ellington, Count Basie y Lionel Hampton. Por otra parte, en esta entrega aparece una voz bastante nueva en el jazz: el saxofón. De los cinco saxofones disponibles, los más tocados en el género eran el alto (mib) y el tenor (sib) y con menos frecuencia el soprano (sib) y el barítono (mib). Con ellos, la historia del jazz pasó a un nuevo capítulo: el swing.