De padre pescador y empezando a enamorarse del surf mediante tablas prestadas, Ítalo Ferreira viviría un ascenso increíble en el deporte demostrando cualidades desde temprana edad. Su camino rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 estaría lleno de vuelos pospuestos, documentos perdidos y competir sin ropa deportiva. Pero muy pronto se daría cuenta que todo vale la pena porque siempre después de la tormenta sale el sol…