Deja que Él te quite el peso de ese baúl de recuerdos dolorosos y de glorias pasadas, que no te dejan avanzar.
Deja atrás las cosas viejas y atrévete a probar todo lo nuevo que Él tiene preparado para tí.
Ésta no es una temporada de crisis, de muerte y desesperanza. Deja de decirle a Dios que tienes grandes problemas. Levántate y dile a esos problemas, que tienes un gran Dios. Atrévete a ser su oveja y ciertamente su bien y su misericordia te seguirán todos los días de tu vida, pues estarás en los mejores campos de bendición que Él mismo, ha preparado para ti.