Del tamaño de tu fé, será el tamaño de tus victorias, porque entre más grande sea tu enemigo, eso te ayudará a levantar tus ojos al cielo para decir... Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra.
Deja que Dios direccione tu vida, Él te llevará a casa, sin importar la situación que estás atravesando, porque si Él es el capitán de tu barca, tú destino está garantizado y siempre habrá para ti un arcoiris esperándote al final de la tormenta y un puerto seguro.
¡Prepárate para iniciar lo que te aseguro, será la mejor temporada en la historia de tu vida!