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Deja que el Señor Alegre tu Alma
“Inclina, oh SEÑOR, Tu oído y respóndeme, Porque estoy afligido y necesitado. Guarda mi alma, pues soy piadoso; Tú eres mi Dios; salva a Tu siervo que en Ti confía. Ten piedad de mí, oh Señor, porque a Ti clamo todo el día. Alegra el alma de Tu siervo, Porque a Ti, oh Señor, elevo mi alma. Pues Tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para con todos los que Te invocan.”
(Salmo 86:1–5 NBLH)
Demasiadas veces el cristiano está intentando alegrar su propia alma… cuando lo que debe hacer es elevar su alma al Señor, confiando que Él sea más que suficiente para darme la satisfacción que quiero.
mayorgracia.com
By Pastor StanDeja que el Señor Alegre tu Alma
“Inclina, oh SEÑOR, Tu oído y respóndeme, Porque estoy afligido y necesitado. Guarda mi alma, pues soy piadoso; Tú eres mi Dios; salva a Tu siervo que en Ti confía. Ten piedad de mí, oh Señor, porque a Ti clamo todo el día. Alegra el alma de Tu siervo, Porque a Ti, oh Señor, elevo mi alma. Pues Tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para con todos los que Te invocan.”
(Salmo 86:1–5 NBLH)
Demasiadas veces el cristiano está intentando alegrar su propia alma… cuando lo que debe hacer es elevar su alma al Señor, confiando que Él sea más que suficiente para darme la satisfacción que quiero.
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