Abraham Hicks en español

Deja que el Universo te muestre lo bueno que eres. Parte 2 de 2

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Requiere liberarlo y confiar, y eso requiere entender este proceso de 3 pasos. Ya lo has pedido, ya está en el vórtice, ya es una realidad. Si pudieses aceptar eso. Ya es un trato hecho, ya está listo para ti. Está hecho. Tu pides, la Fuente responde, está ahí y la ley de la atracción ha acumulado todos los componentes cooperativos. Está hecho, está ahí, está hecho, está ahí, está hecho, está ahí, está hecho, está ahí. Así que no tienes que tratar de crear condiciones que lo van a permitir, todo lo que tienes que hacer es fresquearte.  Entra en un estado donde consigues un estado receptivo, donde la idea se te ocurra. Pueda ser una idea de ir allá, o ir acá. Pueda ser una idea, sabes, ese sentimiento cuando dices ¡Oh, es que he tenido la mejor idea!

Esther tiene una amiga que dice -pues ya sabes de donde vino! Sabes de donde vino. Vino del vórtice, es una idea que recibes. Te permites ser su recipiente. Y no hay nada en todo el Universo más delicioso que ser el recipiente del desenlace de tu propia creación, que tú has puesto ahí.  Porque tú lo has terminado, prácticamente, lo has terminado. Has vivido suficiente vida que lo has puesto ahí, y es una realidad.

Es una incondición, es una incondición. Debes comenzar a emocionarte por la incondición. Entonces si alguien te pregunta qué vas a hacer hoy. Esther ha comenzado a decir –¡Oh, principalmente va a ser un día de contemplación silenciosa! Y dicen –en serio!. Porque eso no es lo que ven cuando miran a Esther. Raramente está quieta, y casi nunca está callada, pero está contemplando. O sea, quiere sintonizarse y quiere seguir su conocimiento. Es interesante.

Quiere seguir ese sentimiento. Así, cuando una idea viene, –creo que voy a llamar a esta persona, creo que voy a textear a esta persona, creo que voy allá, creo que haré eso.  Esos sentimientos y pensamientos que llegan son siempre guía porque, y esto es siempre, porque tu Ser Interior sabe donde te encuentras en relación a todo lo que deseas y sabe el camino de menor resistencia. Vamos a decirlo claro. Y sabe cual es el camino que te llevará allá más rápido, dada la resistencia que sostienes.  Vamos a decirlo claro. Sabe cual es la cosa más lógica con la que te puedas enganchar dado el nivel de resistencia en este tópico o el otro.

¿No te gusta eso? No está diciendo, –¡Oh vamos a esperar a que la limpies, no vamos a malgastar el tiempo contigo hasta que despejes el camino y vayas directo para all!  No.  Información constante que estás traduciendo mediante tu lente que está limpio o nublado.  Y a medida que comienzas a confiar en esto y comienzas a darte cuenta, ¡oh tuve este impulso y vaya que fue maravilloso!  Aunque no me llevó directamente hacia donde pensé que quería, sí que tuve una buena conversación. Sí que agarré un buen poco de información. Sí que fue parte del desenlace.  ¿Y acaso no es eso lo que la vida debe ser? Desenlace constante!?

Crees que solo te gustaría cerrar los ojos y teletransportarte de un lugar al otro.  Así es. Escuchamos a Esther de vez en cuando: Sólo llévame para allá. No me hagas conducir, no me hagas empacar, otra vez. No me hagas jalar mi bolso al aeropuerto, no me hagas jalarlo al cruzar la calle. No me hagas pasar por seguridad.  Y le decimos, ¿acaso no te encanta montarte en el carro e irte?  ¿Acaso no te encantan las ruedas de tu maleta? ¿Acaso no te encantan los bellos aeropuertos que se han creado? ¿Acaso no te encanta la interacción con aquel, y aquel, y aquel?

O sea, de veras no quieres nada más teletransportarte. No quieres ir a tu destino final. No quieres. Quieres la experiencia de hacerlo fluir. Quieres dejar que el Universo te muestre lo buena que eres en seguir el camino de menor resistencia.  De cuando partir, de a donde ir, de que ruta tomar,