Se propone la canción de Carlos Vives que lleva ese nombre como acompañamiento para meditar Marcos 10, 46-52. Orar con la escena de la curación del ciego Bartimeo nos ayuda a pensar en nuestra disposición de dejar entrar al Señor en nuestras vidas. Aunque no nos parezca fácil. Aunque suponga esfuerzo.