Dejando de ser un creyente desobediente
Muchos viven con la etiqueta de “creyentes”, pero siguen caminando en desobediencia a Dios. El Salmo 1 nos recuerda que la verdadera bendición no está en hacer lo que queremos, sino en vivir bajo la guía de Su Palabra. En este mensaje veremos cómo dejar de ser un creyente desobediente y las tres consecuencias que trae la obediencia a Dios: estabilidad en medio de la vida, fruto que impacta a otros, y respaldo divino en cada temporada. Dios no busca religiosos, sino hijos que le obedezcan y encuentren en Él su deleite diario.