La estabilidad es una ilusión, no existe. Todo en el universo funciona a través de ciclos que invariablemente tendrán fases de plenitud y fases de crisis. Comprender a profundidad esta idea, nos permite fluir de manera resiliente en momentos de crisis como la que estamos viviendo en este momento con el COVID-19.

Hay dos aspectos fundamentales en qué invertir tu tiempo, dinero y energía en momentos de transición:

1) Autoconocimiento y

2) Paz interior.

Saber quién eres tú realmente independientemente del contexto y trabajar en tu equilibrio emocional, mental y espiritual serán aspectos clave para logres transformarte y no sólo “adaptarte” frente a los cambios.

Juliana Trujillo

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En medio de esta crisis, te invito a tomar este momento de pausa para una introspección. ¿Cuáles son tus preocupaciones, cuáles son tus miedos a nivel económico? ¿Qué has valorado anteriormente? ¿Qué valoras actualmente? ¿Qué es la abundancia para ti?

Desde el punto de vista financiero, observemos cada uno de nuestros pensamientos como activos. Activos que generan retornos positivos o retornos negativos. Probablemente el miedo, la desesperación y la ansiedad actualmente te estén generando un retorno negativo.

Preguntemos, ¿este miedo es real? ¿Esto está ocurriendo el día de hoy o es sólo una probabilidad en el futuro? ¿Puedo hacer algo al respecto? y si puedo hacer algo al respecto, ¿qué acciones puedo tomar el día de hoy? La intención de estas preguntas es que visibilices nuevas posibilidades, empoderarte y generar espacios de apertura que te permitan nuevos senderos.

Respira y empieza a enumerar aquellas cosas, tangibles e intangibles, que aportan a tu vida. Ellos son tus activos positivos y muchos generan grandes retornos sin necesidad de mayores inversiones.

Por ejemplo, tomar el tiempo para contactar a alguien y decirle te amo o verlo a los ojos, es otra actividad que toma poco tiempo y genera gran retorno.

¿Cuál es la mejor inversión en estos tiempos de crisis? Desde un punto de vista de bienestar y riqueza emocional, seamos conscientes de los pensamientos que alimentamos. Desde un punto de vista práctico, reconozcamos que nuevos conocimientos, hábitos, prácticas, relaciones o cursos, puedo agregar a mi vida.

Por lo cual te hago una invitación a invertir, dedicar tu tiempo, emoción y atención a aquellos ámbitos que te dejen un balance positivo y de abundancia al final de esta contingencia, sin olvidar que la riqueza es una forma de pensar.

Alessandra Santos

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IG @thebreathworkeffect

¿Qué pasaría si el otro no existiera? Los otros y sus juicios y opiniones sólo existen en nuestras mentes, todo el mundo exterior sólo existe si les damos vida a travez de nuestros sentidos y de la infinita capacidad de nuestras mentes interpretar el existente y crear el inexistente.

¿Qué ta si evolucionamos desde el estado de resignación al de aceptación? Cuando algo se escapa de nuestro control y nos lastima y no hay nada que podamos hacer contra el dolor, solemos entrar a un estado de resignación, el problema es que la resignación viene acompañada de resentimiento, dolor, crónico, tristeza, depresión y sentimiento de escasez.

¿Qué tal decir no a todo lo que no contribuye a nuestro propósito de vida?¿Cuantos de nosotros pasamos la vida buscando aceptación y validación de otros? queriendo agradar a todos y diciendo muchos "sis" que lleguen a nuestra divinidad y a nuestros propósitos con la ilusión de ser queridos por todos.

¿Qué tal si nos respetamos profundamente? desde el primer momento de nuestras vidas nos enseñan a respetar a los padres, los profesores, a los mayores, a Dios, a las religiones. ¿Por qué nunca nos enseñaron primeramente a respetarnos a nosotros mismos? ¿En cuál momento de nuestras vidas nos damos cuenta de que respetarnos a nosotros mismos, nuestros derechos, nuestros deseos y nuestras aspiraciones es lo más importante que debemos de lograr en esta vida?

¿Qué tal si nos adueñamos del lugar que nos pertenece en esta vida? Todos nacimos con un propósito, todos nacimos con toda la sabiduría que necesitamos para vivir una vida plena y feliz, en el camino nos olvidamos de quienes realmente somos y elegimos desvíos que nos alejan de nuestro propósito. El distanciamiento de nuestro propósito de vida nos genera angustia, vacío confusión y depresión.

¿Qué tal si nos hacemos cargo de nuestros destinos? Somos 100 por ciento responsable por todo los que pasa en nuestras vidas, somos los actores, directores y guionistas de nuestras vidas. Nuestras vidas originales, individuales y solitarias. Encontramos a mucha gente y mucho apoyo en el camino, pero fundamentalmente seguimos siendo los únicos responsables por los resultados que logramos.

Que tal si asumimos el riesgo de ser nosotros mismos, es abrumadora la cantidad de gurús, consejeros, charlistas y coaches en la internet, queriendo decirnos como vivir nuestra experiencia humana, mucho conocimiento sin la sabiduría que sólo la experiencia real nos da.

¿Cuál es la visión interna que tienes de ti mismo? ¿Es una imagen de seguridad y valoración o de inseguridad y desvalorización?