(Mateo 5:27-30) El deseo por la relaciones sexuales es algo normal que todos tenemos. De hecho, el sexo fue dado por Dios para que lo podamos disfrutar al máximo en el marco correcto del matrimonio. Pero cuando los deseos sexuales y el sexo se corrompen, pueden traer un daño tremendo a nuestras vidas y la despa otros. Si tú has batallado con esto te invitamos a escuchar este mensaje que te ayudará.