
Sign up to save your podcasts
Or


Send us a text
¿Cómo reaccionarías si supieras que el amor de Dios nunca cambia, sin importar las circunstancias? En el episodio de hoy, reflexionamos sobre la estabilidad y la constancia del amor divino a lo largo de todas las etapas de nuestra vida. A través de Ezequiel 3:6, recordamos que Dios no se frustra con nosotros ni con los planes que tiene para nuestras vidas. A pesar de los desafíos y frustraciones que enfrentamos, es crucial mantener la confianza en que Dios siempre nos llama por nuestro nombre y nunca nos abandona.
Durante las próximas cinco semanas, te invitamos a embarcarte en un viaje espiritual profundo y transformador. Exploraremos juntos la grandeza de Dios y cómo su amor puede guiarnos a través de las adversidades. Compartiremos experiencias personales y reflexiones que te ayudarán a fortalecer tu fe y a acercarte más al Padre Celestial. Acompáñanos mientras descubrimos cómo cada desafío es una oportunidad para crecer y conocer más a Dios, viviendo con la certeza de que Él siempre está con nosotros. Bendiciones y gracias por formar parte de esta travesía espiritual.
By Edgar A. CarreraSend us a text
¿Cómo reaccionarías si supieras que el amor de Dios nunca cambia, sin importar las circunstancias? En el episodio de hoy, reflexionamos sobre la estabilidad y la constancia del amor divino a lo largo de todas las etapas de nuestra vida. A través de Ezequiel 3:6, recordamos que Dios no se frustra con nosotros ni con los planes que tiene para nuestras vidas. A pesar de los desafíos y frustraciones que enfrentamos, es crucial mantener la confianza en que Dios siempre nos llama por nuestro nombre y nunca nos abandona.
Durante las próximas cinco semanas, te invitamos a embarcarte en un viaje espiritual profundo y transformador. Exploraremos juntos la grandeza de Dios y cómo su amor puede guiarnos a través de las adversidades. Compartiremos experiencias personales y reflexiones que te ayudarán a fortalecer tu fe y a acercarte más al Padre Celestial. Acompáñanos mientras descubrimos cómo cada desafío es una oportunidad para crecer y conocer más a Dios, viviendo con la certeza de que Él siempre está con nosotros. Bendiciones y gracias por formar parte de esta travesía espiritual.