Imagínate que te encuentras en conflicto porque tienes que tomar una decisión importante. Quizá muchos de tus amigos te dirían esa famosa frase que dice: “Sigue tu corazón”.. Se oye muy bonito pero la realidad es que solo te están diciendo que hagas lo que mejor te parezca … Vaya consejo verdad? Haz lo que se ...“sienta mejor”. Ok… Emmm ¿a eso le podemos llamar “consejo”?

Seguramente ante la pregunta: ¿Qué tanto te conoces? Fácilmente responderás que “Te conoces muy bien”, después de todo sabes qué comida te gusta y cuál detestas, sabes cuál es la historia de tu vida y conoces perfectamente qué ropa es tu estilo y cuál no. ¿Será que eso es "conocernos?

sepamos tener una perspectiva diferente ante las dificultades de la vida confiando más en Dios y teniendo más presente su amor por nosotros que habrá de buscar nuestro bienestar en un nivel que ni siquiera nosotros mismos buscamos.EL

El cristianismo es examinar los motivos del corazón constántemente. Día a día tenemos que decidir quién gobierna al corazón.

muchas veces el camino más difícil trae un beneficio mayor, así en la vida constantemente usamos el camino más fácil porque no alcanzamos a ver lo que el camino más complicado puede desarrollar en nosotros.

Siendo bien claros y bien observadores, sabremos hacer una importantísima diferencia en lo que la Biblia nos enseña que es la fe. Una cosa es “entender” y otra cosa es “aceptar”.

Quizá muchos de nosotros nos vestimos de cierta manera para que nuestra pareja nos encuentre más atractivos o simplemente porque nos gusta vernos mejor. Sin embargo esto de las apariencias a veces puede abrir una puerta muy peligrosa.

e pronto hay temporadas en donde parece que la respuesta de Dios ante todo es un vil y rotundo “no” o simplemente percibimos silencio. ¿Por qué de pronto no se me dan las cosas si amo a Dios? Bien, la respuesta es bastante sencilla pero cae de peso.

Obedecer los mandatos de Dios es garantizar una vida sin remordimientos. Es disfrutar de lo que Dios tiene para darnos sin perseguir como meta final aquello que él da.