Otra hábito para nuestro desarrollo espiritual, ¡perseverar en la oración!
Cuando te despiertas, ¿quién es la primera persona con la que hablas?
Quizás la primera persona que tiene el placer de escucharte es el Señor durante tu tiempo de oración ... ¡y eso es maravilloso!
La oración es una acción de gran valor a los ojos de Dios.