DÍA 24: EL AMOR EN OPOSICIÓN A LA LUJURIA
El mundo se va acabando, con todos sus malos deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. (1 Juan 2:17)
La lujuria se opone al amor.
Significa desear con pasión algo prohibido. Y en el caso de un creyente, es el primer paso para salir de la comunión con el Señor y con los demás.
La lujuria siempre genera más lujuria.
Ponle fin ahora. Identifica todo objeto de lujuria en tu vida y quítalo. Distingue cada mentira que has tragado al buscar el placer prohibido y recházala. No se puede permitir que la lujuria viva en una habitación trasera. Hay que matarla y destruirla (hoy mismo) y reemplazarla con las promesas de Dios y con un corazón lleno de su amor perfecto.