¿Cuándo fue la última vez que te enfermaste de verdad? Cuando la enfermedad hace estragos en nuestro cuerpo, la culpa suele ser de un virus o una bacteria.
En el versículo de hoy, Pablo nos recuerda que usemos las promesas de Dios para purificarnos de todas las cosas que contaminan nuestra vida, nuestro cuerpo, nuestro espíritu, de la misma manera que nuestros cuerpos usan nuestro sistema inmunológico para combatir las enfermedades.