Cuarto día de la semana de oración.
Escrito por Roberto Badenas y narrado por Oliver Provana.
"Cristo lloró ante la vista del mal. Que su ternura invada vuestros corazones. Practicad la abnegación a fin de tener con qué aliviar el sufrimiento de los hijos de Dios.”
Ellen G. White, Nuestra elevada vocación, p. 200