[Continuación] Texto bíblico: 1 Samuel 1. 📖 Ana era una mujer estéril que un día se presentó en el Santuario a pedirle a Dios un hijo —y a ofrecerlo a su servicio—. El SEÑOR miró su amargura y "se acordó de ella", concediéndole su deseo más anhelado. ¿Qué hizo Ana para llamar la atención de Dios y que cumpliera su petición? (1) Crecer. Ana se alimentó para fortalecerse. Dios concede los sueños a gente madura, no a “niños” que por todo se quejan. Los adultos asumen sus responsabilidades, los débiles e inmaduros ponen excusas. (2) Crecer en la oración. “Derramarse” delante de Dios implica tomar tiempo para exponer a Dios las situaciones y pruebas que atravesamos. Hay un poder especial en las lágrimas que derramamos ante Dios: Son muy apreciadas por Él. Cada lágrima de un justo es un motivo para que el Señor pelee a su favor. (3) Crecer en la adoración. Antes de recibir el milagro, teniendo solo la esperanza de concebir un hijo, Ana adoró al Señor. Las circunstancias no deben condicionar nuestra adoración *Grabado el 07 de noviembre de 2021 para Cielos Abiertos (Curacao)