Dios utiliza el caos y el desorden en nuestras vidas para recordar la fragilidad de ella. El nos invita a dejar que esas situaciones “anormales” sean transformadas a la verdadera normalidad, la suya.
A través de su palabra vemos en las dificultades y en las tinieblas su intención de traer orden y prosperidad. Y en estos tiempos quiere hacer lo mismo en nuestras vidas.
Alsina 119, San Isidro.
Buenos Aires, Argentina.