El Señor nos toma en el estado y en las condiciones en que nos encontramos y traza sobre nuestras vidas las líneas de un propósito eterno para que seamos los portadores y además capaces de llevar adelante dicho propósito hasta su cumplimiento.
El Señor nos toma en el estado y en las condiciones en que nos encontramos y traza sobre nuestras vidas las líneas de un propósito eterno para que seamos los portadores y además capaces de llevar adelante dicho propósito hasta su cumplimiento.