Para todas ocasiones en que lo único que queremos es mandar todo al diablo, tenemos un programa para que descarguen esa emoción sin mayor violencia. Ocho maneras distintas de mandar todo ¡al carajo!
Para todas ocasiones en que lo único que queremos es mandar todo al diablo, tenemos un programa para que descarguen esa emoción sin mayor violencia. Ocho maneras distintas de mandar todo ¡al carajo!