¿Es posible que tengamos la doctrina correcta pero un corazón sin ser tranformado? Claro que es posible. Este es quizás uno de los episodios más difíciles y delicados que jamás se haya abordado, pero era necesario. Cada día se levantan más y más personas que claman y alardean de pertenecer a un grupo en particular. Sus actitudes además de tener rasgos sectarios, son destructivas. 

Quizás tu has sido parte de ellos o quizás, es por ellos que detestas la teología reformada.  

Pero no creas que esto solo es para los reformados. 

Nadie, nadie está excento de caer en el mismo error... no importa tu tradición teológica, denominación o posturas, también puedes caer en este error destructivo.

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