Seguro alguna vez en tu existencia te has
sentido mal al hacer algo que no es correcto ante Dios , una palabra , una actitud , maneras de enfrentar situaciones que has manejado de forma incorrecta , de nuestras acciones se han desprendido actos pecaminosos , a todos nos ha pasado en
ocasiones y una vez que cometido pecado se hace más grande ,se entiende como pecado una acción contraria a la Ley de Dios , vemos como una tristeza inunda nuestro corazón y a medida que conocemos más al Señor el simple hecho de pecar nos duele bastante , nos sentimos inmundos , sucios y
avergonzados , hoy el Espíritu Santo me trajo a memoria el pasaje del cual estaremos platicando , acabamos de dar lectura en el libro de Juan capitulo 8 , una porción poderosa , un acontecimiento protagonizado por nuestro amado Jesús
, quiero compartir contigo , mi estimado oyente, algunos puntos importantes que nos animan a no decaer cuando cometemos un pecado , con esto no estoy diciendo que el pecado
sea un hábito en nuestras vidas , no , el pecado nos aleja de Dios pero el arrepentirnos genuinamente con un corazón dispuesto a recibir el perdón , agrada al Señor.