A dos años del paso del huracán "Otis" por Acapulco, las heridas siguen abiertas. El fenómeno sorprendió al país al pasar de categoría 1 a 5 en solo 24 horas, con vientos sostenidos de 275 kilómetros por hora. Miles de familias aún viven entre el dolor, la pérdida y la falta de respuesta gubernamental.