Cuando tratamos dulcemente a nuestros semejantes estamos plantando en ellos una semilla que edificará sus vidas y a su vez estaremos siendo un ejemplo para que ellos hagan lo mismo con el prójimo
Cuando tratamos dulcemente a nuestros semejantes estamos plantando en ellos una semilla que edificará sus vidas y a su vez estaremos siendo un ejemplo para que ellos hagan lo mismo con el prójimo