Francisca de Pedraza fue una pionera poco conocida, alguien que dio uno de los primeros pasos contra la violencia de género. Ella abrió una brecha fundamental en esa lucha, hizo valer lo que hasta entonces parecía ser solo letra muerta. Porque sí, en el mundo iberoamericano del siglo XVII ya existía la posibilidad legal de divorciarte si eras víctima de violencia doméstica, pero no, los prelados que recibían las denuncias por ese concepto no podían poner en práctica esa posibilidad, lo tenían prohibido. El matrimonio eclesiástico era un sacramento indisoluble, intocable, donde el esposo tenía a su favor todas las prebendas y el dominio del patrimonio conyugal. Pero la determinación de Francisca, fruto de la desesperación y la convicción de que no era un justo designio divino lo que vivía en su cotidianidad al lado de un hombre maltratador y manipulador, cambiaron las cosas para siempre. Vamos a conocer esta lucha de hace cuatrocientos años y de cómo una mujer cualquiera pudo derrotar lo que parecía inamovible.
Producción y conducción
Karina Tamayo
Edición, montaje y musicalización
@elgrupomuyimportante
Locución presentación
@Maruja_producciones
Música
Federico Capocci