Una vez que haz nacido de nuevo por creer en la obra perfecta de Jesús, recibiste justicia perdurable, eterna que no cambia aún si fallas. Tu comunión con Dios sigue intacta gracias a su favor inmerecido.
Una vez que haz nacido de nuevo por creer en la obra perfecta de Jesús, recibiste justicia perdurable, eterna que no cambia aún si fallas. Tu comunión con Dios sigue intacta gracias a su favor inmerecido.