En 1984, Wes Craven presentó al mundo una propuesta cinematográfica que redefiniría el género de terror: A Nightmare on Elm Street. Inspirada en fenómenos reales, como el Síndrome de Muerte Asiática Súbita, introduce a Freddy Krueger, un villano que acecha a sus víctimas en sus pesadillas.

El proceso de creación no estuvo exento de dificultades. Craven enfrentó múltiples rechazos por parte de los estudios, que dudaban de la viabilidad comercial de una historia centrada en el terror onírico. Fue gracias a New Line Cinema, entonces una productora emergente, que el proyecto pudo concretarse. La cinta resultó fundamental para la consolidación de la productora, ganándose el apodo de “La casa que Freddy construyó”.

La selección del elenco fue meticulosa. Robert Englund aportó al personaje de Freddy Krueger una combinación única de carisma y amenaza que definiría para siempre la figura del antagonista. Entre los jóvenes actores, destaca la participación de Johnny Depp en uno de sus primeros papeles cinematográficos, impulsado por la recomendación de la hija de Craven.

Los efectos prácticos, la narrativa y el diseño visual marcaron un hito en la historia del cine de terror, combinando innovación técnica con una atmósfera perturbadora que mantiene su vigencia hasta hoy.

En este video, Frecuencia Nocturna ofrece un análisis detallado sobre la inspiración, producción y legado de esta emblemática película, explorando cada aspecto que contribuyó a su estatus como un clásico indiscutible del cine de horror.