Y es que cada año son cientos los testimonios, en fotografía o vídeo, que llegan hasta las oficinas del científico naturalista Adrian Shine, director del 'Loch Ness Project', que lleva años recopilando información desde una postura muy crítica. Y aún así, afirma que no todo puede ser explicado.
Eso ha llevado a miembros de prestigiosas universidades internacionales a realizar expediciones al lago escocés para internar determinar qué esconden sus aguas. La última, el pasado año, que llevó a cabo el análisis del ADN de la masa acuática para determinar qué especies habitan este ecosistema. El objetivo era dar con ADN de una criatura desconocida.