El edadismo en el autismo es un prejuicio hacia los adultos autistas pensando que no necesitan un diagnostico oficial para poder acceder a programas de asistencia, si porque el 87% de los autistas están desempleados y el otro por ciento tiene dificultades en su área laboral por poner un ejemplo entre las dificultades sociales, personales y otros problemas derivados como la ansiedad y depresión. Cómo adultos es más fácil enmascarar por eso es que en las pruebas diagnóstico sobre salen a diferencia de un niño además del tema de genero, clase y contexto social cultural dan como resultado una disparidad haciendo más complicado el diagnóstico.