La unidad en el Espíritu Santo es uno de los temas principales para la formación de una iglesia fuerte, de miembros transformados por la presencia divina. El Espíritu es el que nos ayuda a transformar nuestro interior, a tener control de nuestras vidas, a llevar nuestros impulsos interiores al control de nuestro Señor. Pablo nos muestra como se forma el individuo transformado, de donde viene ese poder, como mantener la unidad del cuerpo de Cristo. La obra poderosa Trinitaria, nuestro Padre que esta en nosotros, con nosotros y dentro de nuestro corazón, es El que nos ha diseñado el plan de salvación. El Señor Jesus ha entregado su vida para llevar esa maldición del pecado a la destrucción. El Espíritu Santo transforma nuestra vidas al habitar dentro de nosotros, rompiendo nuestro yo por medio del amor de Cristo.