Este capítulo nos anima a adoptar una visión positiva hacia nuestra pareja, enfocándonos en sus virtudes y buenas intenciones. Al elegir creer lo mejor, evitamos actitudes críticas que dañan la relación y, en su lugar, fortalecemos la confianza y el respeto mutuo. Este enfoque crea un ambiente de apoyo emocional y fomenta el crecimiento en pareja.