Uno de los aspectos más útiles de estos cinco días de retiro espiritual del presidente del Gobierno español es que han servido para acreditar el elevado grado de apoyo que cuentan en el sector de los medios de comunicación el actual Gobierno.

Lo más ridículo de este episodio, o para ser más exactos, el más ridículo, fue el ministro del Interior Fernando Grande Marlaska, a la hora de dar explicaciones sobre este episodio

No hay nada más subjetivo e interesado que una catalogación

Perder las elecciones (que no es otra cosa no alcanzar en unas legislativas una mayoría suficiente como para gobernar) no tiene por qué ir acompasado de una pérdida del sentido del ridículo

El desplazamiento de Ana Rosa Quintana, principal anfitriona de las mañanas, al horario vespertino después de 18 años de dominio matutino representa un cambio de ciclo, no sólo en Mediaset, sino en toda la televisión española

Si los habitantes del tertulianolandia nos convencen de que el enemigo de la democracia, la estabilidad y la Constitución española es Abascal y no lo son Otegi ni Puigdemont, no parece que haya mucho más que hablar

Es francamente revelador que la mayoría de tertulianos progresistas se nieguen a dar sus diagnósticos, frente a los tertulianos liberal-conservadores, que parecen entusiasmados en presentar los suyos

Ni El País difundiendo las fotos antes de las elecciones de 2016, ni La Sexta sacando a Marcial Dorado justo en la precampaña de 2020 parecieron tener demasiada incidencia en las autonómicas gallegas

En la historia periodística de España especular sobre enfermedades ha tenido célebres episodios en el mundo de la prensa de cotilleos.

En esta última semana el centro de los ataques del periódico El País contra los candidatos y, en particular, contra uno de ellos parece ser el tema de las pensiones.