En un mundo que glorifica lo complicado, elegir la calma puede parecer un fracaso. Pero ¿y si el verdadero éxito fuera tener días lentos, ropas cómodas, conversaciones honestas y espacio para respirar? Esta es una invitación a reconciliarnos con lo simple, a dejar de querer impresionar, y a vivir una vida que por fin se sienta propia. No es fácil. Pero quizás, es lo que siempre hemos estado buscando.