El metro está a punto de salir, llegas justo a tiempo. Cuando de repente, notas que hay un lindo chico con pinta de dominante frente a ti, con su asiento de al lado vacío. Le hablas, y resulta ser interesante, las cosas podrían salir bien. Y más cuando te confirma que aquello que trae en el cuello, no es un simple accesorio para él...