Fortunato era un conocedor de vinos. Pero debió pensarlo dos veces cuando, después de humillar a Montresor, éste lo invitó a probar el amontillado de las catacumbas de su mansión.
Fortunato era un conocedor de vinos. Pero debió pensarlo dos veces cuando, después de humillar a Montresor, éste lo invitó a probar el amontillado de las catacumbas de su mansión.