Capítulo IX. En que se hace representante, poeta y
galán de monjas ...
Topé en un paraje una compañía de farsantes que
iban a Toledo. Llevaban tres carros, y quiso Dios que
entre los compañeros iba uno que lo había sido mío
del estudio en Alcalá, y había renegado y metídose al
oficio. Díjele lo que me importaba ir allá y salir de la
Corte; y apenas el hombre me conocía con la
cuchillada, y no hacía sino santiguarse de mi per
signum crucis. Al fin, me hizo amistad, por mi
dinero, de alcanzar de los demás lugar para que yo
fuese con ellos.