A finales de octubre de 1994 un cadáver apareció flotando sobre el mar de Yokohama. Tenía tres cintas de colores amarradas al cuerpo irreconocible. El caso fue abandonado por falta de pistas. Una semana después, un segundo cuerpo apareció flotando en otra zona de la bahía. Esta vez se trataba de un cuerpo pequeño, un niño, con tres cintas amarradas al cuerpo...