Julio F. era un hombre normal. Muy aficionado a la caza, acostumbraba a salir temprano por la mañana con su perro Mus, para así aprovechar al máximo el tiempo de montería. Sin embargo, la madrugada del 5 de febrero de 1978 tendría un insólito encuentro con lo extraño.
La siguiente escena en este relato nos lleva a lo que Julio recordó durante las sesiones de hipnosis que le fueron realizadas años después: mientras revisaba si se había producido alguna avería en su Seat 124, vio cómo dos humanoides le llamaban por su nombre y le pedían que les acompañara hasta un lugar cercano. Una invitación que Julio aceptó al escuchar de nuevo una voz que le iba tranquilizando.
Nunca se llegó a saber lo qué sucedió a continuación... Se supone que Julio y Mus fueron abducidos durante varias horas hacia el interior de una aeronave donde fueron examinados por estas criaturas que, en ningún momento, les hicieron daño.
Pero, ¿por qué se produjeron tales vivencias? ¿fueron reales? ¿o fueron fruto de su imaginación? Julio F. contó datos fundamentales cuando fue analizado. Una información que llegó a permitir establecer un nuevo contacto con aquellos seres, pero que condujeron a nuestro testigo a un fatal desenlace.