Eunice nos comparte la historia de cómo nació Horizontes como un pueblo pintado, tejido poco a poco como un proceso de hábitat comunitario. Entre brochas, sueños y voluntad, surgió un territorio construido con identidad, donde cada casa, calle y color cuenta una parte de su historia. Una memoria viva de cómo se construye el hogar desde el arraigo y la creatividad colectiva.