En las elecciones generales de 1993 el Jose y Felipe Glez mantuvieron el primer debate televisado entre dos candidatos a la presidencia, pero en las generales de 1996 no hubo acuerdo para celebrar un nuevo debate.
Sin embargo Julio Anguita, el intrépido candidato de Izquierda Unida, sí se ofreció para debatir con quien hiciera falta, y si nadie quería debatir con él ya se encargaría de debatir consigo mismo. Faltaría más.