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A las 18:00 del 14 de noviembre de 1922, en el estudio londinense del italiano Guglielmo Marconi, se produjo la primera emisión de una radio legendaria, la BBC, una empresa creada un mes antes por un grupo de fabricantes de aparatos radiofónicos bajo la supervisión del Servicio Postal británico. Sus fundadores eran jóvenes pertenecientes a una generación que se había hecho adulta con la Primera Guerra Mundial y que tras su final, en su desorientación profesional de posguerra, probaron un poco de todo, hasta que llegaron a la radio. John Reith, el ingeniero escocés que fue nombrado su director general admitiría años más tarde que de radio no tenía "ni la más remota idea". Decían que, para ellos, ser pioneros de la era radiofónica les recordaba en cierta forma a aquella peligrosa etapa de sus vidas y afirmaban que entrar al estudio de radio era como volver a volar o como montar una bestia. Lo que seguro que aquellos jóvenes adelantados no sabían ni se imaginaban era que, años más tarde, de sus micrófonos saldrían las primeras emisiones en gallego estables de la historia. Así fue como el gallego sonó en la BBC.
By Iván Fernández AmilA las 18:00 del 14 de noviembre de 1922, en el estudio londinense del italiano Guglielmo Marconi, se produjo la primera emisión de una radio legendaria, la BBC, una empresa creada un mes antes por un grupo de fabricantes de aparatos radiofónicos bajo la supervisión del Servicio Postal británico. Sus fundadores eran jóvenes pertenecientes a una generación que se había hecho adulta con la Primera Guerra Mundial y que tras su final, en su desorientación profesional de posguerra, probaron un poco de todo, hasta que llegaron a la radio. John Reith, el ingeniero escocés que fue nombrado su director general admitiría años más tarde que de radio no tenía "ni la más remota idea". Decían que, para ellos, ser pioneros de la era radiofónica les recordaba en cierta forma a aquella peligrosa etapa de sus vidas y afirmaban que entrar al estudio de radio era como volver a volar o como montar una bestia. Lo que seguro que aquellos jóvenes adelantados no sabían ni se imaginaban era que, años más tarde, de sus micrófonos saldrían las primeras emisiones en gallego estables de la historia. Así fue como el gallego sonó en la BBC.