
Sign up to save your podcasts
Or


Cuando sustituimos nuestras palabras de frustración y quejas por las promesas de Jesús y lo recordamos a él venciendo la muerte, entonces tendremos nuestros ojos limpios para verlo caminando con nosotros. Entonces tendremos nuestros oídos afinados a su voz para escucharle con mayor claridad. El asunto no es ignorar el dolor. Si estamos tristes o frustrados con algo Dios nos da libertad para llorar y expresar nuestra frustración de una manera sana. El dolor y frustración lo expresamos, pero sabiendo que las promesas de Dios se cumplen y que él es más grande que nuestro dolor. No le decimos a Dios cuan grande es nuestro problema sino que le decimos a nuestro problema cuán grande es nuestro Dios.
By Humberto GonzalezCuando sustituimos nuestras palabras de frustración y quejas por las promesas de Jesús y lo recordamos a él venciendo la muerte, entonces tendremos nuestros ojos limpios para verlo caminando con nosotros. Entonces tendremos nuestros oídos afinados a su voz para escucharle con mayor claridad. El asunto no es ignorar el dolor. Si estamos tristes o frustrados con algo Dios nos da libertad para llorar y expresar nuestra frustración de una manera sana. El dolor y frustración lo expresamos, pero sabiendo que las promesas de Dios se cumplen y que él es más grande que nuestro dolor. No le decimos a Dios cuan grande es nuestro problema sino que le decimos a nuestro problema cuán grande es nuestro Dios.