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Para mi, Argentina se clasifica como una de las vacaciones más insatisfactorias, difíciles, y visualmente hermosas que alguna vez he tenido. Fue una serie de errores, retrasos, y malentendidos. . También fue increíblemente hermosa con contrastes marcados, enormes lagos,humedad opresiva, altas cadenas montañosas cubiertas de nieve, una población muy joven, alto desempleo, y mucha basura en las calles. En retrospectiva, suelto una risita de todos los problemas que encontramos.
Visita la página principal de la historia para verla en inglés y en español y para descargar el texto en paralelo.
Texto de la Historia
Cuando Chris y yo llegamos a Argentina, estaba emocionada de usar mi español. No estaba preparada para el acento argentino. Me tomó algunos días acostumbrar a mis oídos pero finalmente agarré el modo para comunicarme con mi nivel intermedio de español.
Nuestro itinerario empezó en Buenos Aires, luego volamos al Distrito de Lagos y nos quedamos en San Carlos de Bariloche y Junín de los Andes. También nos quedamos en un rancho rural en Payunia y luego fuimos a Mendoza. Terminamos el viaje cruzando los Andes hasta Santiago, Chile. Nos pareció desafiante y divertido averiguar cómo movernos. No nos dimos cuenta de que las distancias en Argentina eran tan grandes. Es de hecho, el octavo país más grande del mundo.
Esta historia cuenta nuestras aventuras en Bariloche y Junín de los Andes.
Bariloche es un resort para esquiar en el invierno y un resort junto al lago en el verano. Como estuvimos allí en enero, era verano. Una de sus historias de infamia es que fue un refugio para criminales de guerra Nazi de alto rango. Los Nazis y otros fascistas huyeron de Europa desde 1945 y usaron “ratlines” o rutas de escape, para refugiarse en las Américas, particularmente Bariloche en Argentina. Juan Perón invitó activamente a los Nazis a Argentina.
Cuando llegamos a Bariloche, ¡lo primero que hicimos fue ir a comer! En el restaurante, ordenamos pizza con corazones de palma, jamón, capicola, pimientos morrones asados, aceitunas, y salsa golf. Nunca había oído hablar de “corazones de palma” y cuando busqué la traducción, seguía sin saber lo que era. De hecho, es el centro del corazón de una palmera. El centro y la base son comestibles. En la pizza, se ve como queso en tiras derretido.
La salsa golf también sirve como una buena cobertura de pizza. Está hecha con mayonesa, ketchup, especias como el pimiento, orégano, y comino. Se llama salsa golf porque fue inventada en un campo de golf en Argentina.
En Bariloche, habíamos reservado un viaje de tres días en kayak. Queríamos acampar por dos noches y hacer kayak por tres días. No éramos kayakistas super experimentados, pero Chrisl tenía experiencia en kayak de aguas bravas y yo pensé que podría manejarlo. En nuestro segundo día en Bariloche, después de horas esperando por la compañía de turismo para que nos recogiera, preguntamos al hotel si sabían de nuestro tour.
El hotel nos dijo que no sabían nada sobre nuestro tour y no tenían una reservación para un cuarto por esa noche para nosotros, lo cual nos pareció extraño. Cuando contactamos a la compañía de turismo local, nos dijeron que no nos tenían en su lista de tours. Para arreglar lo del tour, Chris habló con tres personas diferentes y recibió tres historias diferentes sobre porque no estábamos en la lista de tours y no teníamos un cuarto de hotel.. ¡La compañía canadiense que usamos no envió nuestra reservación al negocio local en Bariloche! Finalmente, Chris averiguó que haríamos un medio día de kayak en Lago Gutierrez y tendríamos dos días y una noche de viaje de kayak en Lago Mascardi empezando el próximo día.
El viaje de una noche lo hicimos Chris, nuestro guía Joe, y yo. Joe era un guía turístico de Carolina del Norte que casualmente estaba visitando a su amigo, el cual era el dueño de la empresa de viajes local. Fue un viaje con todos los servicios incluidos. Joe preparó todas nuestras comidas, armó nuestra tienda y nos sirvió bebidas. Fue un poco incómodo porque éramos solo nosotros tres y era mucho trabajo para él. Chris y yo nos ofrecimos a ayudarle, pero él no quiso.
El kayak fue hermoso y muy agotador. Fuimos de una playa aislada a otra a través del gran lago. En algunas direcciones tuvimos vientos en contra lo que hacía que fuera muy difícil remar. Puesto que casi no tenía experiencia en kayak, ¡fue realmente duro! Tenía buena condición física en general, pero este kayak requería mucha resistencia en la parte superior del cuerpo. Al final, ¡me alegré de que tuviéramos un viaje en kayak de 2 días y no de 3!
La siguiente parada fue Junín de los Andes, en la provincia de Neuquén, en el extremo norte de la Región de los Lagos. Para llegar allí tomamos un camión por la famosa Ruta de los Siete Lagos, estos lagos son alimentados por glaciares en los Andes. La gente puede hacer el recorrido en carro, deteniéndose en los distintos lagos y miradores. Nosotros hicimos el viaje en camión, tuvimos vistas de los lagos y tardamos alrededor de medio día en llegar desde Bariloche a Junín de los Andes.
Junín era un pueblo mucho más tranquilo que Bariloche, con menos turistas, y a los dos nos gustó mucho. Nuestro principal objetivo al ir allí era explorar el Parque Nacional Lanín, así que decidimos hacer una caminata de un día hasta la base del Volcán Lanín. El Volcán Lanín es un estratovolcán, o un volcán en forma de cono, que se encuentra en la frontera entre Argentina y Chile.
¡Qué día!
Nuestro primer reto fue conseguir comida para la excursión que duraría todo el día. El día anterior, intentamos comprar sándwiches, empanadas o algo similar para llevar a la caminata. La mayoría de las tiendas estaban cerradas y no pudimos encontrar ningún lugar que vendiera sándwiches, ¡a pesar de que uno de los platos típicos para el almuerzo era jamón y queso entre dos rebanadas de pan!
Entramos en un restaurante y con mi español malo, le pregunté al mesero si podíamos llevar los sándwiches de jamón y queso tostados, pero sin tostar. El plato del menú decía “sándwiches de jamón y queso tostados”. Yo estaba tratando de decirle que queríamos llevar los sándwiches a una caminata al día siguiente y que no queríamos que estuvieran tostados. El mesero no tenía ni idea de lo que yo le estaba pidiendo. Después de unos 5 minutos tratando de comunicarnos, se alejó, hizo el pedido y unos 20 minutos después él nos trajo una pila de 6 pulgadas de sándwiches de jamón y queso, tostados.
Los conservamos porque no teníamos otra opción y por la mañana eran un montón de papilla incomible. Casualmente, había una tienda de conveniencia abierta a las 6:30 am. Corrí por la calle, compré dos sándwiches y llegué a tiempo al camión para nuestra salida a las 7 am. ¡Gracias a Dios! ¡Qué alivio! ¡La mañana fue muy ajetreada pero salimos a tiempo!
Y luego nos quedamos sentados en el camión, sin ir a ninguna parte, durante al menos otra hora. La gente se subía al camión poco a poco y nadie tenía prisa. La hora de salida era solo una sugerencia.
Finalmente emprendimos el viaje hacia el Parque Nacional Lanín por una Ruta 61 llena de baches, tan accidentada que el camión solo podía ir a unos 30-40 km/h. Lo íbamos a tomar hasta el otro lado del Lago Huechulafquen, donde caminaríamos desde el lado sur del volcán hasta su base.
El lago Huechulafquen es un lago de origen glaciar ubicado a unos 25 km de Junín de los Andes, en el Parque Nacional. Es uno de los lagos andinos más grandes de Argentina. Su nombre proviene del idioma mapuche y significa “lago largo”. Tiene 30 km de largo y 5 km de ancho.
El pueblo mapuche es un grupo indígena que habita en las zonas centro-sur de Chile y Argentina, incluida la Patagonia. Este grupo indígena incluye a pueblos de la zona relacionados por el idioma y las estructuras sociales y económicas. Si bien tuvieron contacto con el Imperio inca, la mayoría de ellos nunca estuvieron bajo su dominio. Se estima que a mediados del siglo XVI su población era de entre 700.000 y 900.000 habitantes. Para tener una perspectiva, en su apogeo, el imperio inca tenía alrededor de 14 millones de personas.
El contacto de los mapuches con los invasores españoles comenzó en 1550. En 1598, la población mapuche había disminuido debido a las guerras, epidemias y muertes en las minas de oro de propiedad española. Conocidos por sus feroces luchas, en 1598 expulsaron a la mayoría de los españoles de sus territorios tradicionales. En 1641, los mapuches y el Imperio español firmaron un tratado que reconocía el territorio de la nación mapuche. Sin embargo, en la década de 1880, Argentina y Chile expandieron sus territorios y atacaron nuevamente las tierras mapuches. Muchos mapuches fueron desplazados y estos gobiernos siguen sin reconocer sus tierras oficiales.
Volviendo a nuestro viaje en camión…
Con un camino tan accidentado, el camión decidió que necesitaba una llanta ponchada. Todos los pasajeros se bajaron y esperaron en el camino de tierra, charlando con los demás, usando el baño (es decir, entre los arbustos) y disfrutando de la mañana mientras el conductor cambiaba la llanta ponchada. Llegamos al parque y comenzamos nuestra caminata. Fue una caminata fantástica a través de los árboles de araucarias y luego subimos por el paisaje austero hasta la línea de nieve. La vista desde la base del volcán fue una de las mejores que hemos tenido en una caminata.
Nos preocupaba no poder volver a la hora de salida del camión a las 4 pm. Pensamos que las 4 pm era una sugerencia, pero ser puntual es un hábito difícil de abandonar. Nuestras reservas de comida se estaban agotando y teníamos hambre. Logramos volver al lago y fuimos a la única cafetería abierta. Preguntamos qué comida y bebida tenían ¡y solo vendían Pepsi! Ni comida ni otras bebidas.
Desesperados, compartimos una Pepsi y esperamos el camión. Otros turistas comenzaron a reunirse alrededor, así que pensamos que estábamos en el lugar correcto. A las 4 de la tarde llegaron y pasaron sin camión. Las 5, las 6... No había camión. Otros camiones turísticos se detuvieron y preguntaron si alguno de nosotros quería viajar. Los otros turistas aprovecharon la oportunidad. ¡Rechacé todos los viajes porque no quería pagar otra vez por un boleto! Pero esto sólo exacerbó mi ansiedad.
A eso de las 6:30, Chris y yo éramos las únicas personas que quedábamos esperando el camión. Estaba tan tensa y preocupada por la posibilidad de que me abandonaran en el parque que me dolía muchísimo la cabeza. Estaba hecha un monstruo y me negaba a decirle nada a Chris. Me repetía una y otra vez que, si nos abandonaban, seguramente la gente del parque nos ayudaría. Esos pensamientos reconfortantes no me hacían sentir mejor.
A eso de las 7 pm llegó el camión, pero iba en la dirección equivocada. El conductor dijo que llegaba tarde porque el otro camión se había estropeado y que lo habían enviado como camión de reemplazo. Todavía tenía que ir más lejos, hasta el final del lago, hasta la última parada de la ruta, para llevar a la gente allí y luego volver. A eso de las 8 pm, con 4 horas de retraso, el camión finalmente nos recogió, ¡casi muertos de hambre y prácticamente abandonados!
Cuando subí al camión, el dolor de cabeza desapareció y me animé. Me quedé dormida un rato, pero luego mi tendencia a preocuparme pasó a pensar en la cena y en si llegaríamos a tiempo para cenar. No sé por qué estaba preocupada, porque la cena en Argentina empezaba a las 9 pm y estaba en pleno apogeo a las 11 pm
Regresamos a Junín de los Andes a las 10 pm, fuimos a un restaurante popular lleno de gente y a las 11 pm teníamos comida en la mesa. ¡Fue la única comida en Argentina en la que comimos al mismo tiempo que los lugareños!
El día siguiente lo pasamos dando vueltas por la ciudad. A media tarde, compramos dos helados de dos bolas muy grandes, nos sentamos en una banca del parque y nos los comimos. Caminamos hasta un bonito mirador llamado Parque Vía Christi. En la cima había una gran cruz, algunos mosaicos y un baño. En ese momento, Chris dijo que iba a tener diarrea. No es lo ideal tener diarrea cuando estás de paseo, ¡pero había un baño público limpio a su disposición!
Se negó a usarlo, dijo que no quería usar un baño público y que quería volver caminando al hotel y usar el baño que había allí. Me quedé atónita. ¡Había que caminar una hora hasta nuestro hotel! ¿Cómo podía alguien aguantar la diarrea durante tanto tiempo?
Durante el camino de regreso al hotel, estuvo muy callado y concentrado. Me aseguré de no mencionar su inminente diarrea. Pero cuando llegamos al hotel, no pudimos entrar. El hotel nos hizo dejarles la llave cuando nos fuimos para que no la perdiéramos al salir. Durante unos 5 minutos, tocamos la puerta principal para entrar y nadie respondió. Estaban en la parte de atrás, limpiando. Una vez que se abrió la puerta, Chris se dirigió directamente al baño.
Disfrutamos de una belleza espectacular, buena comida, actividades físicas desafiantes y gente amable. Tampoco pudimos dejar de lado nuestra preferencia y expectativas de puntualidad. Además, perdimos nuestras reservas, nuestro autobús se averió y no pudimos comprar comida para nuestra caminata. No estoy segura de volver a visitar Argentina, pero si lo hiciera, tendría que hacer un curso sobre cómo leer la hora como un argentino.
By Teresita travelsPara mi, Argentina se clasifica como una de las vacaciones más insatisfactorias, difíciles, y visualmente hermosas que alguna vez he tenido. Fue una serie de errores, retrasos, y malentendidos. . También fue increíblemente hermosa con contrastes marcados, enormes lagos,humedad opresiva, altas cadenas montañosas cubiertas de nieve, una población muy joven, alto desempleo, y mucha basura en las calles. En retrospectiva, suelto una risita de todos los problemas que encontramos.
Visita la página principal de la historia para verla en inglés y en español y para descargar el texto en paralelo.
Texto de la Historia
Cuando Chris y yo llegamos a Argentina, estaba emocionada de usar mi español. No estaba preparada para el acento argentino. Me tomó algunos días acostumbrar a mis oídos pero finalmente agarré el modo para comunicarme con mi nivel intermedio de español.
Nuestro itinerario empezó en Buenos Aires, luego volamos al Distrito de Lagos y nos quedamos en San Carlos de Bariloche y Junín de los Andes. También nos quedamos en un rancho rural en Payunia y luego fuimos a Mendoza. Terminamos el viaje cruzando los Andes hasta Santiago, Chile. Nos pareció desafiante y divertido averiguar cómo movernos. No nos dimos cuenta de que las distancias en Argentina eran tan grandes. Es de hecho, el octavo país más grande del mundo.
Esta historia cuenta nuestras aventuras en Bariloche y Junín de los Andes.
Bariloche es un resort para esquiar en el invierno y un resort junto al lago en el verano. Como estuvimos allí en enero, era verano. Una de sus historias de infamia es que fue un refugio para criminales de guerra Nazi de alto rango. Los Nazis y otros fascistas huyeron de Europa desde 1945 y usaron “ratlines” o rutas de escape, para refugiarse en las Américas, particularmente Bariloche en Argentina. Juan Perón invitó activamente a los Nazis a Argentina.
Cuando llegamos a Bariloche, ¡lo primero que hicimos fue ir a comer! En el restaurante, ordenamos pizza con corazones de palma, jamón, capicola, pimientos morrones asados, aceitunas, y salsa golf. Nunca había oído hablar de “corazones de palma” y cuando busqué la traducción, seguía sin saber lo que era. De hecho, es el centro del corazón de una palmera. El centro y la base son comestibles. En la pizza, se ve como queso en tiras derretido.
La salsa golf también sirve como una buena cobertura de pizza. Está hecha con mayonesa, ketchup, especias como el pimiento, orégano, y comino. Se llama salsa golf porque fue inventada en un campo de golf en Argentina.
En Bariloche, habíamos reservado un viaje de tres días en kayak. Queríamos acampar por dos noches y hacer kayak por tres días. No éramos kayakistas super experimentados, pero Chrisl tenía experiencia en kayak de aguas bravas y yo pensé que podría manejarlo. En nuestro segundo día en Bariloche, después de horas esperando por la compañía de turismo para que nos recogiera, preguntamos al hotel si sabían de nuestro tour.
El hotel nos dijo que no sabían nada sobre nuestro tour y no tenían una reservación para un cuarto por esa noche para nosotros, lo cual nos pareció extraño. Cuando contactamos a la compañía de turismo local, nos dijeron que no nos tenían en su lista de tours. Para arreglar lo del tour, Chris habló con tres personas diferentes y recibió tres historias diferentes sobre porque no estábamos en la lista de tours y no teníamos un cuarto de hotel.. ¡La compañía canadiense que usamos no envió nuestra reservación al negocio local en Bariloche! Finalmente, Chris averiguó que haríamos un medio día de kayak en Lago Gutierrez y tendríamos dos días y una noche de viaje de kayak en Lago Mascardi empezando el próximo día.
El viaje de una noche lo hicimos Chris, nuestro guía Joe, y yo. Joe era un guía turístico de Carolina del Norte que casualmente estaba visitando a su amigo, el cual era el dueño de la empresa de viajes local. Fue un viaje con todos los servicios incluidos. Joe preparó todas nuestras comidas, armó nuestra tienda y nos sirvió bebidas. Fue un poco incómodo porque éramos solo nosotros tres y era mucho trabajo para él. Chris y yo nos ofrecimos a ayudarle, pero él no quiso.
El kayak fue hermoso y muy agotador. Fuimos de una playa aislada a otra a través del gran lago. En algunas direcciones tuvimos vientos en contra lo que hacía que fuera muy difícil remar. Puesto que casi no tenía experiencia en kayak, ¡fue realmente duro! Tenía buena condición física en general, pero este kayak requería mucha resistencia en la parte superior del cuerpo. Al final, ¡me alegré de que tuviéramos un viaje en kayak de 2 días y no de 3!
La siguiente parada fue Junín de los Andes, en la provincia de Neuquén, en el extremo norte de la Región de los Lagos. Para llegar allí tomamos un camión por la famosa Ruta de los Siete Lagos, estos lagos son alimentados por glaciares en los Andes. La gente puede hacer el recorrido en carro, deteniéndose en los distintos lagos y miradores. Nosotros hicimos el viaje en camión, tuvimos vistas de los lagos y tardamos alrededor de medio día en llegar desde Bariloche a Junín de los Andes.
Junín era un pueblo mucho más tranquilo que Bariloche, con menos turistas, y a los dos nos gustó mucho. Nuestro principal objetivo al ir allí era explorar el Parque Nacional Lanín, así que decidimos hacer una caminata de un día hasta la base del Volcán Lanín. El Volcán Lanín es un estratovolcán, o un volcán en forma de cono, que se encuentra en la frontera entre Argentina y Chile.
¡Qué día!
Nuestro primer reto fue conseguir comida para la excursión que duraría todo el día. El día anterior, intentamos comprar sándwiches, empanadas o algo similar para llevar a la caminata. La mayoría de las tiendas estaban cerradas y no pudimos encontrar ningún lugar que vendiera sándwiches, ¡a pesar de que uno de los platos típicos para el almuerzo era jamón y queso entre dos rebanadas de pan!
Entramos en un restaurante y con mi español malo, le pregunté al mesero si podíamos llevar los sándwiches de jamón y queso tostados, pero sin tostar. El plato del menú decía “sándwiches de jamón y queso tostados”. Yo estaba tratando de decirle que queríamos llevar los sándwiches a una caminata al día siguiente y que no queríamos que estuvieran tostados. El mesero no tenía ni idea de lo que yo le estaba pidiendo. Después de unos 5 minutos tratando de comunicarnos, se alejó, hizo el pedido y unos 20 minutos después él nos trajo una pila de 6 pulgadas de sándwiches de jamón y queso, tostados.
Los conservamos porque no teníamos otra opción y por la mañana eran un montón de papilla incomible. Casualmente, había una tienda de conveniencia abierta a las 6:30 am. Corrí por la calle, compré dos sándwiches y llegué a tiempo al camión para nuestra salida a las 7 am. ¡Gracias a Dios! ¡Qué alivio! ¡La mañana fue muy ajetreada pero salimos a tiempo!
Y luego nos quedamos sentados en el camión, sin ir a ninguna parte, durante al menos otra hora. La gente se subía al camión poco a poco y nadie tenía prisa. La hora de salida era solo una sugerencia.
Finalmente emprendimos el viaje hacia el Parque Nacional Lanín por una Ruta 61 llena de baches, tan accidentada que el camión solo podía ir a unos 30-40 km/h. Lo íbamos a tomar hasta el otro lado del Lago Huechulafquen, donde caminaríamos desde el lado sur del volcán hasta su base.
El lago Huechulafquen es un lago de origen glaciar ubicado a unos 25 km de Junín de los Andes, en el Parque Nacional. Es uno de los lagos andinos más grandes de Argentina. Su nombre proviene del idioma mapuche y significa “lago largo”. Tiene 30 km de largo y 5 km de ancho.
El pueblo mapuche es un grupo indígena que habita en las zonas centro-sur de Chile y Argentina, incluida la Patagonia. Este grupo indígena incluye a pueblos de la zona relacionados por el idioma y las estructuras sociales y económicas. Si bien tuvieron contacto con el Imperio inca, la mayoría de ellos nunca estuvieron bajo su dominio. Se estima que a mediados del siglo XVI su población era de entre 700.000 y 900.000 habitantes. Para tener una perspectiva, en su apogeo, el imperio inca tenía alrededor de 14 millones de personas.
El contacto de los mapuches con los invasores españoles comenzó en 1550. En 1598, la población mapuche había disminuido debido a las guerras, epidemias y muertes en las minas de oro de propiedad española. Conocidos por sus feroces luchas, en 1598 expulsaron a la mayoría de los españoles de sus territorios tradicionales. En 1641, los mapuches y el Imperio español firmaron un tratado que reconocía el territorio de la nación mapuche. Sin embargo, en la década de 1880, Argentina y Chile expandieron sus territorios y atacaron nuevamente las tierras mapuches. Muchos mapuches fueron desplazados y estos gobiernos siguen sin reconocer sus tierras oficiales.
Volviendo a nuestro viaje en camión…
Con un camino tan accidentado, el camión decidió que necesitaba una llanta ponchada. Todos los pasajeros se bajaron y esperaron en el camino de tierra, charlando con los demás, usando el baño (es decir, entre los arbustos) y disfrutando de la mañana mientras el conductor cambiaba la llanta ponchada. Llegamos al parque y comenzamos nuestra caminata. Fue una caminata fantástica a través de los árboles de araucarias y luego subimos por el paisaje austero hasta la línea de nieve. La vista desde la base del volcán fue una de las mejores que hemos tenido en una caminata.
Nos preocupaba no poder volver a la hora de salida del camión a las 4 pm. Pensamos que las 4 pm era una sugerencia, pero ser puntual es un hábito difícil de abandonar. Nuestras reservas de comida se estaban agotando y teníamos hambre. Logramos volver al lago y fuimos a la única cafetería abierta. Preguntamos qué comida y bebida tenían ¡y solo vendían Pepsi! Ni comida ni otras bebidas.
Desesperados, compartimos una Pepsi y esperamos el camión. Otros turistas comenzaron a reunirse alrededor, así que pensamos que estábamos en el lugar correcto. A las 4 de la tarde llegaron y pasaron sin camión. Las 5, las 6... No había camión. Otros camiones turísticos se detuvieron y preguntaron si alguno de nosotros quería viajar. Los otros turistas aprovecharon la oportunidad. ¡Rechacé todos los viajes porque no quería pagar otra vez por un boleto! Pero esto sólo exacerbó mi ansiedad.
A eso de las 6:30, Chris y yo éramos las únicas personas que quedábamos esperando el camión. Estaba tan tensa y preocupada por la posibilidad de que me abandonaran en el parque que me dolía muchísimo la cabeza. Estaba hecha un monstruo y me negaba a decirle nada a Chris. Me repetía una y otra vez que, si nos abandonaban, seguramente la gente del parque nos ayudaría. Esos pensamientos reconfortantes no me hacían sentir mejor.
A eso de las 7 pm llegó el camión, pero iba en la dirección equivocada. El conductor dijo que llegaba tarde porque el otro camión se había estropeado y que lo habían enviado como camión de reemplazo. Todavía tenía que ir más lejos, hasta el final del lago, hasta la última parada de la ruta, para llevar a la gente allí y luego volver. A eso de las 8 pm, con 4 horas de retraso, el camión finalmente nos recogió, ¡casi muertos de hambre y prácticamente abandonados!
Cuando subí al camión, el dolor de cabeza desapareció y me animé. Me quedé dormida un rato, pero luego mi tendencia a preocuparme pasó a pensar en la cena y en si llegaríamos a tiempo para cenar. No sé por qué estaba preocupada, porque la cena en Argentina empezaba a las 9 pm y estaba en pleno apogeo a las 11 pm
Regresamos a Junín de los Andes a las 10 pm, fuimos a un restaurante popular lleno de gente y a las 11 pm teníamos comida en la mesa. ¡Fue la única comida en Argentina en la que comimos al mismo tiempo que los lugareños!
El día siguiente lo pasamos dando vueltas por la ciudad. A media tarde, compramos dos helados de dos bolas muy grandes, nos sentamos en una banca del parque y nos los comimos. Caminamos hasta un bonito mirador llamado Parque Vía Christi. En la cima había una gran cruz, algunos mosaicos y un baño. En ese momento, Chris dijo que iba a tener diarrea. No es lo ideal tener diarrea cuando estás de paseo, ¡pero había un baño público limpio a su disposición!
Se negó a usarlo, dijo que no quería usar un baño público y que quería volver caminando al hotel y usar el baño que había allí. Me quedé atónita. ¡Había que caminar una hora hasta nuestro hotel! ¿Cómo podía alguien aguantar la diarrea durante tanto tiempo?
Durante el camino de regreso al hotel, estuvo muy callado y concentrado. Me aseguré de no mencionar su inminente diarrea. Pero cuando llegamos al hotel, no pudimos entrar. El hotel nos hizo dejarles la llave cuando nos fuimos para que no la perdiéramos al salir. Durante unos 5 minutos, tocamos la puerta principal para entrar y nadie respondió. Estaban en la parte de atrás, limpiando. Una vez que se abrió la puerta, Chris se dirigió directamente al baño.
Disfrutamos de una belleza espectacular, buena comida, actividades físicas desafiantes y gente amable. Tampoco pudimos dejar de lado nuestra preferencia y expectativas de puntualidad. Además, perdimos nuestras reservas, nuestro autobús se averió y no pudimos comprar comida para nuestra caminata. No estoy segura de volver a visitar Argentina, pero si lo hiciera, tendría que hacer un curso sobre cómo leer la hora como un argentino.