La Eneida llega a su fin con el estruendo de las armas y el peso del destino sobre los hombros de los protagonistas. Los dioses guardan silencio y solo queda la guerra. Eneas y Turno se enfrentan en un duelo final que sellará el destino de dos pueblos… y dará origen a un imperio.
Hoy asistimos, espada en mano, al nacimiento de Roma.