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En este episodio vamos a explorar uno de los fraudes financieros más notorios de la historia, conocido como el esquema Ponzi albanés de los años 90.
Después de décadas de vivir bajo el régimen comunista, el país se estaba abriendo al mercado y adoptando reformas económicas para hacer frente a una situación de pobreza y desigualdad que afectaba gran parte de su población. En este contexto, con un sistema financiero muy rudimentario y una población completamente ajena al funcionamiento del mercado, comenzaron a surgir una serie de empresas que ofrecían a los ciudadanos inversiones con altos rendimientos y promesas de riqueza rápida.
Estas empresas, que operaban bajo lo que hoy conocemos como esquemas piramidales, se expandieron rápidamente por todo el país, y muchas personas comenzaron a invertir sus ahorros en ellas, incluso atrayendo flujos de dinero desde países vecinos como Grecia y e Italia.
Lo que parecía ser una oportunidad de mejorar para sus vidas, pronto se convirtió en una pesadilla para miles de personas.
Los esquemas piramidales o esquemas Ponzi, llamados así en referencia a Carlos Ponzi un estafador italiano que gano notoriedad durante la década de 1920, son una forma de fraude financiero en la que los participantes invierten dinero en una empresa o negocio que les promete altos rendimientos utilizando distintas formas persuasión.
La realidad es que la empresa no produce estas utilidades prometidas, sino que utiliza el dinero de los nuevos inversores para pagar a los inversores anteriores, creando así una estructura de pagos en forma de pirámide. El dinero de los nuevos “inversores” es entregado a los inversionistas incumbentes simulando ser la rentabilidad prometida.
En el caso del esquema Ponzi albanés, las empresas prometían rendimientos superiores al 25% mensual,extremadamente altos si pensamos que un rendimiento mensual del 1% ya sería algo muy deseable para inversionistas expertos. Esta rentabilidad superior al 25% significada que una inversión de $10,000 dólares podían convertirse en más $1 millón de dólares en menos de 2 años.
Muchos ciudadanos albaneses, atraídos por la promesa de una vida mejor, invirtieron sus ahorros y hasta vendieron sus propiedades para participar en estos esquemas, con las esperanza de convertirse en millonarios rápidamente.
Sin embargo, estas empresas no estaban generando ingresos reales y no eran sostenibles a largo plazo. Cuando los nuevos inversores dejaron de llegar, los pagos dejaron de hacerse y el esquema se desmoronó. Como sucede habitualmente es este tipo de estafas, La mayoría de los inversores perdieron todo su dinero.
La promesa de riqueza fácil y rápida es una tentación para muchas personas, especialmente en contextos de pobreza o de desinformación. Los esquemas piramidales explotan esta vulnerabilidad, y en el caso del esquema Ponzi albanés, esto llevó a una situación catastrófica a no miles, sino millones de ciudadanos.
En 1996, la burbuja del esquema Ponzi albanés finalmente explotó. Las empresas fraudulentas no pudieron pagar los altos rendimientos prometidos a sus inversores y comenzaron a colapsar en cadena. Se estima que dos tercios de la población de Albania tenía dinero invertido en estas empresas que participaron de la estafa, totalizando las perdidas en más de 1.200 millones de dólares.
Esto provocó que el impacto económico del colapso del esquema fuera devastador. El sistema bancario del país se derrumbó, los precios se dispararon y el valor de la moneda nacional, se desplomó. Muchas empresas cerraron y el desempleo aumentó significativamente.
Muchas personas perdieron la confianza en el sistema financiero y en el gobierno, y la desesperación llevó a algunos ciudadanos a tomar medidas extremas, como saqueos de arsenales militares, contribuyendo a la inestabilidad política del país. Hoy, se atribuye este evento como uno de los principales detonadores de la Guerra Civil de Albania de 1997.
By Hombre ComúnEn este episodio vamos a explorar uno de los fraudes financieros más notorios de la historia, conocido como el esquema Ponzi albanés de los años 90.
Después de décadas de vivir bajo el régimen comunista, el país se estaba abriendo al mercado y adoptando reformas económicas para hacer frente a una situación de pobreza y desigualdad que afectaba gran parte de su población. En este contexto, con un sistema financiero muy rudimentario y una población completamente ajena al funcionamiento del mercado, comenzaron a surgir una serie de empresas que ofrecían a los ciudadanos inversiones con altos rendimientos y promesas de riqueza rápida.
Estas empresas, que operaban bajo lo que hoy conocemos como esquemas piramidales, se expandieron rápidamente por todo el país, y muchas personas comenzaron a invertir sus ahorros en ellas, incluso atrayendo flujos de dinero desde países vecinos como Grecia y e Italia.
Lo que parecía ser una oportunidad de mejorar para sus vidas, pronto se convirtió en una pesadilla para miles de personas.
Los esquemas piramidales o esquemas Ponzi, llamados así en referencia a Carlos Ponzi un estafador italiano que gano notoriedad durante la década de 1920, son una forma de fraude financiero en la que los participantes invierten dinero en una empresa o negocio que les promete altos rendimientos utilizando distintas formas persuasión.
La realidad es que la empresa no produce estas utilidades prometidas, sino que utiliza el dinero de los nuevos inversores para pagar a los inversores anteriores, creando así una estructura de pagos en forma de pirámide. El dinero de los nuevos “inversores” es entregado a los inversionistas incumbentes simulando ser la rentabilidad prometida.
En el caso del esquema Ponzi albanés, las empresas prometían rendimientos superiores al 25% mensual,extremadamente altos si pensamos que un rendimiento mensual del 1% ya sería algo muy deseable para inversionistas expertos. Esta rentabilidad superior al 25% significada que una inversión de $10,000 dólares podían convertirse en más $1 millón de dólares en menos de 2 años.
Muchos ciudadanos albaneses, atraídos por la promesa de una vida mejor, invirtieron sus ahorros y hasta vendieron sus propiedades para participar en estos esquemas, con las esperanza de convertirse en millonarios rápidamente.
Sin embargo, estas empresas no estaban generando ingresos reales y no eran sostenibles a largo plazo. Cuando los nuevos inversores dejaron de llegar, los pagos dejaron de hacerse y el esquema se desmoronó. Como sucede habitualmente es este tipo de estafas, La mayoría de los inversores perdieron todo su dinero.
La promesa de riqueza fácil y rápida es una tentación para muchas personas, especialmente en contextos de pobreza o de desinformación. Los esquemas piramidales explotan esta vulnerabilidad, y en el caso del esquema Ponzi albanés, esto llevó a una situación catastrófica a no miles, sino millones de ciudadanos.
En 1996, la burbuja del esquema Ponzi albanés finalmente explotó. Las empresas fraudulentas no pudieron pagar los altos rendimientos prometidos a sus inversores y comenzaron a colapsar en cadena. Se estima que dos tercios de la población de Albania tenía dinero invertido en estas empresas que participaron de la estafa, totalizando las perdidas en más de 1.200 millones de dólares.
Esto provocó que el impacto económico del colapso del esquema fuera devastador. El sistema bancario del país se derrumbó, los precios se dispararon y el valor de la moneda nacional, se desplomó. Muchas empresas cerraron y el desempleo aumentó significativamente.
Muchas personas perdieron la confianza en el sistema financiero y en el gobierno, y la desesperación llevó a algunos ciudadanos a tomar medidas extremas, como saqueos de arsenales militares, contribuyendo a la inestabilidad política del país. Hoy, se atribuye este evento como uno de los principales detonadores de la Guerra Civil de Albania de 1997.