Representantes del gobierno asumen que no tienen responsabilidad política en la muerte de más de 50 personas en las protestas que se desarrollaron en diversas regiones del país. La presidenta y algunos de sus ministros tienen como estrategia direccionar las responsabilidades al comando conjunto, aduciendo que son ajenos a los planes operacionales. Los militares y policías cumplen órdenes y esas órdenes tienen responsables políticos que deben asumir responsabilidades ante la justicia.