El teléfono inteligente y su maridaje con las plataformas de interacción social como Google, Facebook, Instagram, es el elemento qué crea burbujas sociales con visiones del mundo parciales y a menudo bizarras. La virtualización de la realidad y la ingeniería mercadologica habilitan la manipulación de masas atraves de las llamadas redes sociales para fines políticos y comerciales.