
Sign up to save your podcasts
Or


El alma humana es como un jardín.
Hay momentos de lluvia, de espera, de invierno y de florecer.
Dios trabaja en silencio, debajo de la tierra, en las raíces que nadie ve.
A veces te sientes estancado, sin resultados, sin señales. Pero justo ahí, en esa quietud aparente, tu raíz está profundizando.
Está aprendiendo a sostener tu propósito.
El mundo mira las flores, pero Dios mira las raíces.
Florecer antes de tiempo es como abrir los ojos antes del amanecer: te pierdes la belleza del proceso.
La fe verdadera no es creer cuando ves brotes, sino seguir confiando cuando no hay señales de vida.
By Ana NavaEl alma humana es como un jardín.
Hay momentos de lluvia, de espera, de invierno y de florecer.
Dios trabaja en silencio, debajo de la tierra, en las raíces que nadie ve.
A veces te sientes estancado, sin resultados, sin señales. Pero justo ahí, en esa quietud aparente, tu raíz está profundizando.
Está aprendiendo a sostener tu propósito.
El mundo mira las flores, pero Dios mira las raíces.
Florecer antes de tiempo es como abrir los ojos antes del amanecer: te pierdes la belleza del proceso.
La fe verdadera no es creer cuando ves brotes, sino seguir confiando cuando no hay señales de vida.